El Día de la Marmota es un método folclórico usado por los granjeros de Estados Unidos y Canadá para predecir el fin del invierno, basado en el comportamiento del animal cuando sale de hibernar el 2 de febrero. Y como en la película de mismo nombre, el Real Valladolid parece vivir atrapado en el mismo día continuamente, todos sabíamos que en el minuto 94 esa falta desde el centro del campo iba a acabar en gol y con las esperanzas de cortar la racha de partidos sin ganar. Cada partido parece el mismo, cada error es un gol en contra y aunque el juego pucelano sea mejor o peor, la victoria no llega.

 

Será discutible que la falta sea necesaria o innecesaria, no voy a entrar a debatir eso porque es tema de polémica a mi modo de ver ya intrascendente. Lo que es importante es preguntarse cómo a estas alturas de temporada el equipo todavía no ha sido capaz de corregir sus defectos a balón parado y concretamente de centros laterales, incapaces muchas veces de despejar y dejando a los rivales rematar a placer (para alegría de los suyos). Si una pelota parada golpeada con un lanzamiento frontal elevado y largo, nos pilla sin marcar encima cada uno a su par… pues es que algo no funciona. No es problema de buscar culpables, sino de entrenarlo. En Primera División es un error tan grosero como poco entendible.

 

Haciendo un barrido rápido te das cuenta que este problema se viene arrastrando desde la jornada 1 con un centro de la Real en el que Masip erró. A partir de ahí nos hemos repetido hasta la misma saciedad... lo que comenzaron siendo errores individuales que no preocupaban porque el juego parecía que era bueno han acabado siendo auténticos despropósitos que se repiten jornada tras jornadas. Tal es el asunto que el equipo está calcando los números de la primera vuelta, ocho partidos y cero victorias, con la diferencia en que después aquellos primeras ocho jornadas quedaba tiempo de reacción y ahora apenas quedan 13 finales en las que o comienzas a obtener resultados o te vas con los pies al infierno de Segunda División, donde cuesta mucho salir, más aún si se barrunta una futura reforma de la competición con la llegada de la 'nueva' Liga de Campeones.

 

El tiempo se acaba y el equipo dice estar más unido que nunca para lograr sacar adelante la situación, pero o se corrigen ya estos errores y se engancha una buena racha o el tiempo de reacción será tardío... ¡Ojalá se solucione esto cuanto antes!