Desde que se celebrase el pasado 13 de junio la manifestación de Colón contra los indultos, se ha venido polemizando sobre el papel o la responsabilidad del Rey en la concesión de los indultos aprobados ayer por el Consejo de ministros a los políticos independentistas condenados -entre otros por un delito de sedición- por el Tribunal Supremo.  

 

Esta polémica viene a raíz de unas declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, acerca de la intervención del Rey en los indultos, en concreto: “¿Qué va a hacer el Rey de España, va a firmar esos indultos? ¿Le van a hacer cómplice de esto?”.

 

Desde entonces han sido muchos los ciudadanos que se preguntan sobre el papel que desempeña el Rey en trámite de los indultos, y sobre todo, si se puede negar a firmar los indultos una vez aprobados por el gobierno.

 

En primer lugar, la regulación sobre la Corona se encuentra en el Título II de nuestra Constitución, que en el artículo 56.1 declara que “El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica, y ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las leyes.”

 

  El Rey es un símbolo de unidad y permanencia del Estado, cuyas funciones vienen definidas en el artículo 62 de la Carta Magna, entre ellas, el apartado i) establece “Ejercer el derecho de gracia con arreglo a la ley, que no podrá autorizar indultos generales.” Por lo que nuestro monarca tiene establecida constitucionalmente la función del ejercicio del derecho de gracia, esto es, los indultos.

 

Por otro lado, la Ley de 18 de junio de 1870, de Reglas para el ejercicio de la Gracia de indulto, establece que la decisión del insulto la otorga el ministro de Justica, previa deliberación del Consejo de ministros y es firmada por el Rey.

 

¿Puede el Rey negarse a firmar los indultos otorgados por el gobierno? No. El Rey no esta legitimado para negarse o decidir sobre la concesión o no de un indulto, la potestad del indulto recae sobre el gobierno, encarnado por el Consejo de ministros y es otorgado por el ministro de Justicia.

 

¿Puede ser responsable el Rey de la concesión de los indultos? No.

 

El artículo 64 de la Constitución es muy claro al respecto:
 

“1. Los actos del Rey serán refrendados por el Presidente del Gobierno y, en su caso, por los Ministros competentes. La propuesta y el nombramiento del Presidente del Gobierno, y la disolución prevista en el artículo 99, serán refrendados por el Presidente del Congreso.
 

2. De los actos del Rey serán responsables las personas que los refrenden.”

 

En este caso, el responsable sería quien refrenda los indultos: el ministro de Justicia.

 

Por otro lado, y como bien dijo Don Felipe VI en su discurso de proclamación: “La independencia de la Corona, su neutralidad política y su vocación integradora ante las diferentes opciones ideológicas, le permiten contribuir a la estabilidad de nuestro sistema político, facilitar el equilibrio con los demás órganos constitucionales y territoriales, favorecer el ordenado funcionamiento del Estado y ser cauce para la cohesión entre los españoles”

 

La Corona es una institución independiente y políticamente neutral, y no es posible que el Rey se posicione política o ideológicamente, ni en este caso ni en ningún otro. Puesto que de producirse se abriría una crisis constitucional sin precedentes en la jefatura del Estado.

 

Conviene igualmente destacar que la institución de los indultos -como se ha hecho referencia en anteriores artículos de esta sección- es plenamente válida y legal. Si bien en este caso se plantean una serie de circunstancias que ponen en entredicho la legalidad o la conveniencia de los indultos. Como el no arrepentimiento de los reos o incluso la amenaza con la reincidencia de algunos de ellos. 

 

Se puede estar a favor o en contra de los indultos. Pero no del papel que desempeña S. M. el Rey en la concesión de los mismos.