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Clásico

Con zuecos y pijama

Por Marcos Pastor Galán

Polémica por la gestión


En plena protesta de las enfermeras en Cataluña ha surgido de nuevo un debate en Twitter que ni siquiera debería ser fruto de discusión: suprimir los subgrupos de las categorías profesionales. Y digo de nuevo porque hace ya bastante tiempo que salió el tema al público con profesiones ajenas al sistema sanitario. Sin embargo, en aquella, no se reflejó a través de la web Redacción Médica, dedicada en la mitad de sus publicaciones a difamar contra todo el personal sanitario que no sea médico.

Cuando las enfermeras pidieron que se catalogue su titulación dentro del grado A1, así como cualquier otro grado universitario y en cumplimiento con el plan Bolonia, desde el sindicato médico AMYTS saltaron las alarmas. El mismo sindicato que calló ante los recortes de plazas de médicos allá por 2012 y que vendió la atención primaria de Madrid a cambio de dinero (tal como reflejé hace unos meses en "Sindicato contra su tejado"), ha vuelto a atacar a las enfermeras. Como siempre, con desinformación y despropósitos a través de su representante Ángela Hernández y su revista particular, la que yo mismo denominé como Redacción Antienfermera.

La crítica hacia la propuesta se inició con un absurdo que solo entra en el entendimiento de alguien con afán de protagonismo, una contraoferta de renombrar a los médicos como A+. Para ello basan la polémica en que "es el único grado que consta de 6 años". Sin embargo, olvidaron que arquitectura también cuenta con 6 años y que farmacia aún comprende 5, tal y como reflejaron profesionales de sendas materias en Twitter respondiendo a la "noticia".

Tras un primer disparo perdido, las escusas empezaron a basarse directamente en funciones y salario. Sin embargo, las respuestas de profesionales de economía alegaban que para eso existen los complementos salariales y los niveles, porque la diferencia entre el A1 y 2 en salario base es inferior a 100 euros actualmente. Además, para dar mayor fuerza, también respondieron alegando que mismamente el bibliotecario de un hospital pertenece a la categoría A1 y que no se había oído nunca la crítica del sindicato, de su medio de prensa ni de los pocos médicos que secundan las polémicas que generan.

Entonces, ¿cuál es el problema? Igual que cualquier profesor (A1) es consciente del trabajo de un maestro (A2), en la mayoría de profesiones está más que superado que actualmente no tiene sentido utilizar las antiguas categorías. Y en el caso de que se pretenda hablar de responsabilidad, ¿acaso se insinúa que un conductor de autobús o un albañil tiene menos responsabilidad que otra profesión con título universitario? Recordemos es este punto que un autobús puede llegar a transportar casi 100 personas y que no solo depende de sí mismo para llegar con seguridad, implicando que debe atender al resto de conductores. O que, mismamente, una negligencia de un albañil puede ser causa del hundimiento de un edificio de viviendas, que cada vez albergan más gente.

Así que, una vez respondidas todas las mentiras y falacias que aportaban en contra de la enfermería como A1, solo quedaban dos opciones. La primera es que el clasismo y la necesidad de reconocimiento sean tan altas que no permiten entrar en razón a algunas personas. La segunda, que los puestos de gestión de un centro sanitario se reservan a médicos con la escusa del A1. Y casualmente, se dieron a conocer ambas situaciones, pero en especial, la segunda.

Ángela ya había hecho varios comentarios despectivos sobre las direcciones de enfermería, alegando que no deberían tener el mismo nivel de gestión que la dirección médica. Ya en aquella ocasión varios médicos le dejaron claro que se metía en un agujero absurdo, porque no sería lógico que las enfermeras, fisioterapeutas y TCAE se vieran dirigidas por un médico. Pero la imprudencia de la liberada sindical volvió a salir con el A1 cuando finalmente respondió que no debía recalificarse la enfermería porque "Hay responsabilidades que solo pueden asumirse con el A1".

Nuevamente y en su contra, hubo médicos que reflejaron que los gerentes son puestos políticos a dedo, que en medicina hay solo 6 créditos en materia de gestión igual que en el resto de carreras, que para esos puestos debería tenerse en cuenta las capacidades y no la titulación. Incluso, el médico que lleva la cuenta @1cada8h llegó a decir: "la mejor coordinadora de centro de salud en el que estuve era enfermera".

Con esto se zanjaba una semana de discusión donde Ángela Hernández bloqueó cuentas de Twitter por decenas (o centenas) incluyendo muchos médicos y algunos muy populares en la red como @chungopailot. Una semana donde una médica liberada decidió que es mejor que ningún A2 sea A1 (o más bien A sin subgrupos) con tal de que una enfermera, fisioterapeuta o trabajadora social no pueda llegar a ser gerente. Un puesto a dedo donde aspiran quienes nunca protestaron por los recortes en sanidad, como ella.