circle

De mal gusto

Por Miguel Ángel Fernández.

El atemporal "menos es más" de Taylor


Repasando la alfombra de los premios MTV MVAs de esta semana he caído en la cuenta de que cada artista es quien es gracias a la estética que le acompaña. Shakira triunfa desde hace décadas con su estilo salvaje, Karol G impresiona con su voluptuosidad y sus melenas de colores y Taylor Swift destaca por un "menos es más" atemporal.

Eso de "parece que no pasan los años por ti" se puede aplicar a la cantante de 'Sweet Nothing' pero también a su ropa.  La rubia lleva, casi desde que la conocemos, sirviéndonos un estilo que no ha evolucionado y que sigue, estrictamente, unos parámetros de los que nunca se ha salido.

La triunfadora de la noche del martes que consiguió un total de quince estatuillas es probablemente la única celebridad con un estilo 'timeless'. Somos capaces de ver fotos suyas de 2012 y no saber si son de entonces o quizás se las hicieron ayer paseando por Manhattan.

La americana no sigue tendencias, pasa de lo que dicen los diseñadores. Jamás vas a ver a Taylor con un top de mariposa o una biker jacket, elementos que no pueden estar más de moda en este momento.

La intérprete de 'Shake it off' sabe lo que le funciona. Conoce a la perfección lo que le va bien a su cuerpo y a la idea de ella misma que quiere transmitir, y lo explota al máximo.

Minifaldas plisadas, estampados florales en tonos pastel y una combinación entre el estilo preppy y clásico para su día a día. Y para el escenario o las alfombras rojas, vestidos cortos, colores metalizados y mucha fantasía.

Quizá os preguntaréis, ¿por qué alguien querría hacer eso? ¿Por qué se empeña en verse siempre igual? Su objetivo es crear una identidad de marca muy fuerte. Cualquiera que vea un outfit de Taylor Swift sin saber si es ella quien lo lleva, lo relacionaría con su imagen.

Además, contribuye a la sostenibilidad, ahorrando tiempo en buscar modelitos y dinero en prendas de temporada que difícilmente puedas volver a ponerte cuando dejen de ser tendencia.

¿Cómo podemos hacerlo nosotros mismos? El primer paso sería invertir en básicos, prendas que no pasan de moda y que te sirven para ponerte durante mucho tiempo, en cualquier ocasión y que si las llevas varias veces, no parezcan demasiado usadas.

El segundo punto sería encontrar nuestra propia fórmula. Saber qué nos queda bien y qué partes de nosotros mismos queremos proyectar. Conocernos bien y buscar ese estilo que queremos que nos defina para siempre.

Y por último, encontrar accesorios que nos permitan desimplificar nuestros looks  para que no se vean básicos, sino que parezcan muy personales.

No sé si es lo más adecuado, pero sin duda es lo que a ella le funciona. Tiene un sentido de por qué llevarlo a cabo y sin duda tiene unos resultados más que efectivos.