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De mal gusto

Por Miguel Ángel Fernández.

Es imposible que odies la década de los 70


Para gustos se hicieron los colores. Y también las décadas. Si echamos la vista atrás seguro que hay cierta época que nos entra más por el ojo que otra. Hay quien ama las melenas afro de los años 80 o quien todavía sigue soñando con las faldas midi de los 50 que nos hacen sentirnos como Sandy en Grease. Yo personalmente tengo una filia con los 70.

No puedes odiar la moda de los 70. Es completamente imposible. Y lo digo con tanta seguridad porque en esa época se llevaba todo. Y no es una exageración. Hablo de literalmente todo.

Se popularizaron los pantalones campana, elemento al que muchos relacionareis con este periodo. Pero es que también se llevaban los bombachos, los shorts, los vaqueros e, incluso, los pirata.

Lo mismo pasa con las faldas. Podías ver a cualquiera de las actrices de los Ángeles de Charlie llevando una hasta los pies o una minifalda de vuelo o tablas. Y con las partes de arriba igual: volúmenes que continuaron de moda en los 80 o la mayor simplicidad del mundo en un vestido sobrio y elegante.

La gran mayoría de los estilos de vestir tal y como los conocimos surgieron es esta década, salvo alguna corriente estilística que nació en los 90 o los 2000 como consecuencia del desarrollo tecnológico.

Fue una década de explosión en todo lo que a moda y estilismo se refiere. Los diseñadores exprimían el aprendizaje de las épocas anteriores y lo llevaban a un nuevo terreno mucho más trabajado y espectacular.

Para el recuerdo ha quedado en nuestra mente una solo estética debido a la gran influencia que tuvo el estilo hippy en la sociedad. Pero los 70 no se resumen solo en el flower power, iban mucho más allá. Son los diez años más fascinantes y polifacéticos de los últimos tiempos en materia del vestir. Una época llena de opciones.

La moda es un reflejo de la sociedad y en los 70 se popularizo mucho la contracultura que ya había nacido en los 60. Todo aquello que se conocía hasta entonces se rompe. En eso consiste la contracultura.

Se luchó por los derechos raciales y de las mujeres; hubo un boom de libertad sexual; se expresó la repulsa a las guerras; y se volvió a romantizar la bohemia. Es por eso, que no es de extrañar que la moda refleje esa explosión de diversidad que se vivía en la sociedad.