Con dos guerras a las puertas de Europa y sin perspectivas de solución, con unos gobiernos de extrema derecha y de extrema izquierda (sí, también existe la extrema izquierda) en la mayoría de la los países de la UE, con unas inversiones en fabricación de armamento y unas prestaciones sociales cada vez más precarias, con una Unión Europa cada vez más ineficaz y tan ajena al espíritu de Robert Schuman, de Konrad Adenauer y de los demás padres fundadores de la UE y tan ajena a la Europa de Jacques Delors y de Willy Brand, y, en España, con unos políticos que no saben hacer otra cosa que insultarse mutuamente, con unos organismos que no se atreven a pedir responsabilidades penales a los eventuales responsables de más de 220 muertes en Valencia, con unos políticos que se negaron a realizar las obras que hubieran podido evitar en gran parte las desgracias de la DANA, porque no había dinero para las obras del Torrente del Poyo de Valencia, mientras multiplicaban exponencialmente a sus asesores y ampliaban hasta el infinito el círculo de sus "enchufados", y en una España, donde hay dinero a espuertas para partidos políticos y sindicatos, con todo esto, es lógico que los ciudadanos estemos "cabreadísimos".
No somos los ciudadanos los responsables de que vuelva a Europa la extrema derecha y -más grave aún- el nacismo. Los partidos que llevan 50 años en los gobiernos, no han hecho lo más mínimo por integrar socialmente a los inmigrantes, lo más mínimo por favorecer la natalidad, por muy progresistas que se autocalifiquen. Estamos cabreadísimos por unos gobiernos que no han mostrado el más mínimo interés por prevenir las inundaciones en toda la zona del Mediterráneo. Todos ellos son responsables, y no son las comisiones del Parlamento las que deben decidir quiénes son los responsables, porque serían juez y parte en el mismo asunto. Son los juzgados de lo penal los que deben decidir qué políticos y en qué medida son responsables. Y mientras tanto, que lo políticos se dejen de monsergas, pues los ciudadanos sabemos que todos los políticos tienen algo o mucho de responsabilidad en el mal de Europa y en la catástrofe de Valencia. Ya solo por el ejemplo que están dando a los ciudadanos, y sobre todo a los niños, deberían ser condenados penalmente.
¡Pobre Europa y pobre España! Quién te ha visto y quién te ve·! Y quiero citar unas palabras escritas en 1543 por el famosísimo médico segoviano Andrés Laguna, porque la situación de la Europa de entonces se asemeja mucho a la Europa actual
"yo soy aquella infeliz, triste y funestísima Europa, aquella a la que tú mismo a menudo admiraste cuando florecía en todo mi vigor; yo soy aquella a la que, sin ocuparte de nada más, con tanto placer contemplabas; aquella que recreaba admirablemente tus ojos con mi hermosura y encanto naturales; aquella que antaño supo encauzar el corazón y la atención de todos a su propia y máxima admiración y reconocimiento..."
"¿Quién habría podido figurarse que tan elegante doncella se hubiera vuelto así de deforme?" (Discurso sobre Europa en la Universidad de Colonia".