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Descubierta en las aguas residuales de Burgos una nueva especie de bacteria con marcado perfil de resistencia a los antibióticos

Presenta un sistema de resistencia descrito en las principales bacterias que provocan infecciones graves en los hospitales

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Descubierta en las aguas residuales de Burgos una nueva especie de bacteria con marcado perfil de resistencia a los antibióticos
Javier Ruiz-Ayúcar
Javier Ruiz-Ayúcar
Lectura estimada: 4 min.

El convenio suscrito el pasado mes de noviembre entre el Ayuntamiento de la capital burgalesa y la Universidad de Burgos (UBU) para analizar la evolución de los distintos microorganismos patógenos en la ciudad, descubre en una muestra de aguas residuales de la ciudad de una nueva especie de bacteria, que presenta un marcado perfil de resistencia a los antibióticos, denominada 'Staphylococcus burgalensis'.

Este hallazgo representa una "clara señal del intercambio de material genético entre las bacterias", ya que esta nueva especie presenta un sistema de resistencia descrito en las principales bacterias que provocan infecciones graves en los hospitales, del que está ligeramente "emparentado".

Según indicaron desde el Ayuntamiento burgalés, este descubrimiento indica claramente que existen "multitud de microrganismos", muchos de ellos ni siquiera conocidos, que circulan libremente en la comunidad y que pueden poner en jaque a la labor asistencial y a los tratamientos antibióticos tal y como los conocemos.

El objetivo principal de este convenio es profundizar en el estudio de la presencia y evolución de agentes infecciosos en la población de la ciudad de Burgos con el objetivo básico de promover el bienestar y la salud de las personas de la ciudad. En este sentido, la vigilancia de la presencia de agentes infecciosos en las aguas residuales permitiría conocer el estado sanitario de la comunidad, en este caso de la ciudad de Burgos, de una manera anticipada, facilitando por tanto la toma de medidas de salud pública ágiles y proactivas.

De esta manera la disponibilidad de herramientas que permitan la determinación temprana de la aparición de un problema infeccioso, y que además representen una aproximación comunitaria y no individual, es altamente beneficioso.

Desde el inicio de las actividades del convenio firmado entre Aguas de Burgos y la UBU se han realizado siete tomas de muestras y en cada una de ellas se han recogido doce muestras que representan de una manera significativa las diferentes áreas de la ciudad de Burgos.

En cada una de las muestras recogidas en este período se ha analizado la presencia de los virus responsables de los principales problemas respiratorios (con especial énfasis en SARS-CoV-2, agente causal de la COVID-19) y digestivos (como norovirus, rotavirus o los virus de la hepatitis E), así como la presencia de bacterias relevantes para la salud pública como 'Salmonella spp', 'Listeria monocytogenes' o bacterias resistentes a los antibióticos.

En total se han realizado casi 2.000 análisis y se están optimizando además métodos novedosos para realizar el seguimiento y evolución de distintos tipos de resistencias a antibióticos en las aguas de Burgos.

En cuanto al seguimiento y evolución del virus SARS-CoV-2, agente causal de la COVID-19, se aprecia una evolución "similar" a la ola pandémica en las que se ha estado. Considerando todos los puntos de muestreo tomados de una manera conjunta para conocer la situación global de la ciudad de Burgos, se observó un incremento, desde valores muy elevados, hasta mediados de enero, y un descenso paulatino del número del virus SARS-CoV-2 en las aguas residuales de Burgos, pero todavía en valores muy elevados similares al inicio del estudio, mediados de noviembre del año 21.

Señalan además que, con respecto a los casos confirmados por test diagnósticos en la comunidad de Castilla y León, y particularmente en la provincia de Burgos, la tendencia observada sigue un mismo patrón. "Estos resultados confirman la validez del uso del análisis de las aguas residuales como herramienta de vigilancia de agentes infecciosos, en concreto en el caso del virus SARS-CoV-2 y la COVID-19 para monitorizar de una manera más rápida, sencilla y colectiva la evolución de los mismos", apuntan.

En cuanto a los agentes víricos asociados a trastornos digestivos destacan que los agentes infecciosos que más problemas ocasionan en la población de la Unión Europea son los norovirus (del tipo I y II) pertenecientes a la familia calicivirus.

En Estados Unidos se estima que más del 60 por ciento de los problemas digestivos de carácter infeccioso son debidos a este tipo de virus, afectando a 1 de cada 6 personas, y repercutiendo a nivel económico en más de 2.000 millones de dólares anuales.

Este tipo de virus, como la mayoría de los virus de tipo digestivo, son más frecuentes durante las épocas frías del año (a diferencia de lo observado en las bacterias digestivas como Salmonella) En el estudio iniciado en el marco de este convenio se observan valores "muy elevados" de los dos tipos de virus de esta familia, principalmente el del tipo II, que es el más prevalente en la Unión Europea.

"Si los comparamos con la tendencia del virus SARS-CoV-2 observamos que los norovirus de tipo I siguen un patrón de tendencia muy similar, y en 4 de los 7 momentos de muestreo son casi idénticos. Mientras tanto, los valores de los norovirus tipo II son siempre más elevados y se mantienen constantes. Es destacable en este segundo tipo de virus que se observa una línea creciente en los últimos puntos de muestreos coincidentes con la relajación en las medidas de uso de mascarillas, que puede tener un efecto indirecto en su evolución. No obstante, es pronto para poder establecer relaciones concluyentes", explican.

En otro tipo de virus que ocasiona diarreas principalmente en la población infantil, como es el caso de los rotavirus, se observa una tendencia similar al virus del SARS-CoV-2 durante los meses de noviembre y diciembre, con un incremento hasta las Navidades, pero se observa un descenso durante el mes de enero, con un incremento creciente y significativo durante el mes de febrero de una tendencia similar al observado en el caso de los norovirus del tipo II.

Esto podría reforzar la hipótesis que la relajación en el uso de mascarillas ha incrementado el número de este tipo de virus. En el caso de los astrovirus, otro grupo de virus que pueden producir trastornos digestivos, los valores observados fueron muy elevados, los más altos de todos los analizados, y presentó un incremento significativo hasta el inicio de las Navidades, observándose posteriormente desde enero un descenso drástico y una estabilización de los números observados.

En los virus digestivos que no producen diarrea y vómitos sino problemas hepáticos, como hepatitis, se ha confirmado la ausencia del virus de la hepatitis A en todas las muestras analizadas. "Este dato es muy relevante, ya que se trata del segundo agente vírico de carácter digestivo y es endémico en buena parte de la península ibérica. Mientras que el otro agente vírico que produce hepatitis, el virus de la hepatitis E, sí se ha detectado en las aguas residuales de Burgos, pero únicamente en el 12 por ciento de las muestras analizadas", concluyen.

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