Empate entre el Mirandés y el Leganés en Anduva en un partido que parecía muy prometedor en los inicios pero en el que ninguno de los dos equipos se supo anteponer al rival a pesar de ser dos equipos que necesitaban la victoria. Al final se impuso el respeto entre ambos clubes y el ritmo lento y previsible de juego se adueñó del partido que tuvo algunas ocasiones, pero ninguna tan clara como para terminar siendo el tanto de la victoria, por lo que los guardametas, especialmente Riesgo, no tuvieron mucho trabajo.

A pesar de la necesidad, el Leganés suma otro empate a cero consecutivo y sigue sin ganar fuera de casa, mientras que el Mirandés suma un punto que sabe a poco en Anduva pues no le sirve para huir de la zona baja de la clasificación.

Ambos equipos buscaron en el césped de Anduva la posesión del balón, primero probó Raúl García para el Mirandés y pronto Karrikaburu hizo lo propio por el Leganés, que empezó a presionar para intentar llevar la iniciativa del partido. Pero ninguno de los dos equipos creaban peligro hasta el minuto 20, cuando Salinas estuvo a punto de sorprender a Riesgo, pero la jugada fue invalidada por fuera de juego.

Tras unos minutos de dominio jabato, las tornas se cambiaron y fueron los madrileños los que pudieron adelantarse, pero esta fue la última de las arrancadas por parte de ambos equipos que empezaron a contagiarse de un ritmo lento de partido. Cuando casi estaba terminada la primera parte, Dani Raba tuvo la ocasión más clara para adelantar a su equipo, dejó sentado a Alfonso Herrero pero en el último recorte, con la portería vacía, vino por detrás Barbu y cortó el balón para evitar el tanto. Los de Idiakez se vinieron arriba y de nuevo estuvieron a punto de sorprender al guardameta jabato con un disparo lejano de José Arnaiaz en el que de nuevo la intervención de Herrero fue fundamental para llegar al descanso con tablas en el marcador.

Tras la reanudación a los dos equipos les costó mucho entrar por el medio y ninguno se acercaba con peligro mientras el tiempo pasaba y cada vez el juego era más lento por parte de los dos equipos que prefirieron demostrar su solidez defensiva en vez de intentar ir a por el partido. El Leganés lo intentó primero con Arnaiz y después con Nyom cuando quedaba poco de partido pero Alfonso Herrero estuvo muy serio y sacando de apuros a su equipo.