El Arzobispado de Burgos se ha dotado de un canal ético y un buzón de denuncias y comunicaciones anónimas a través de la creación de la oficina de cumplimiento normativo, un instrumento para la prevención, detección y gestión de los riesgos penales en el seno de la institución, que quiere convertir en "norma" la transparencia, la responsabilidad y la ética en su funcionamiento ordinario.

El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, ha explicado este jueves en rueda de prensa que la institución religiosa no está obligada a disponer de un sistema de gestión de 'compliance penal', para el cumplimiento normativo y ético, pero consideran que aunque no exista esa obligación legal si existe una "obligación moral", y hace dos años se pusieron a trabajar.

El proyecto, que culmina ahora con la puesta en marcha de esa oficina específica, arrancó con el nombramiento del sacerdote Carlos Azcona, doctor en Derecho Penal y licenciado en Derecho Canónico, como director de cumplimiento normativo (compliance officer), y el encargo de asesoramiento legal al abogado Rafael Uzquiza.

La nueva oficina se va a encargar, en primer lugar, de analizar la estructura del Arzobispado de Burgos para determinar si está bien dimensionada, bien conformada y correctamente definidas funciones y responsabilidades, para luego identificar los problemas y riesgos a los que se puede enfrentar y establecer sistemas de detección temprana y prevención de riesgos.

Azcona ha explicado que, en caso de producirse algún riesgo, este debe ser gestionado "lo más rápido posible", con comunicación a los responsables, pues la oficina no toma decisiones, solo detecta el problema y plantea soluciones, dejando la resolución a la dirección del Arzobispado.

Igualmente, la oficina tiene que examinar, llegado el caso, por qué se ha producido el riesgo y corregir el sistema para evitar que se reproduzca; y la última función es la gestión de ese canal ético y buzón de denuncias y comunicaciones, que si bien existe desde 2021, ahora ofrece la posibilidad de realizar las denuncias de manera anónima para evitar represalias.

El director de cumplimiento normativo ha explicado que, en los dos años que lleva en marcha el canal ético (accesible ahora ya a través de la página web de la institución) solo han recibido consultas, y ha afirmado que en muchas ocasiones lo que se acabe "denunciando" sean más incumplimentos o anomalías, incluso por desconocimiento, que denuncias en sí mismas.

A efectos prácticos, el arzobispo de Burgos ha explicado que esta oficina servirá para vigilar los contratos de la institución con terceros, los contratos laborales, que los diferentes órganos cumplen con sus funciones, que si se detecta un problema, una queja o una denuncia, se analiza y se plantea una solución que se hace efectiva... cuesitones "muy prácticas".

Mario Iceta ha recordado que el Arzobispado cuenta con cuatro órganos de supervisión y vigilancia: el primero de los que se puso en marcha fue la oficina de protección de datos; a continuación se actualizó la oficina de protección de menores, con nuevas competencias y más personal; y el tercer órgano impulsado fue la oficina de transparencia.

La puesta en marcha de esta oficina de cumplimiento normativo penal, de las primeras entre las instituciones religiosas del país, garantiza que "la Diócesis de Burgos esté armada ética y responsablemente para que la tarea que desarrolla esté en el rango de máximos estándares de ética, responsabilidad y transparencia"