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La Tierra ya sabe cómo defenderse de asteroides en riesgo de colisión

La misión Dart de la NASA ha revelado abundante información sobre la composición de los asteroides y los efectos de un impacto cinético contra su superficie

La Tierra ya sabe cómo defenderse de asteroides en riesgo de colisión
Daniel Bajo Peña
Daniel Bajo Peña
Lectura estimada: 3 min.

La misión DART de la NASA logró alterar la forma y la órbita del asteroide Dimorphos y los datos recopilados durante aquella histórica prueba han revelado secretos que contribuirán a mejorar las estrategias de defensa planetaria ante la hipótesis de que un asteroide entre en rumbo de colisión con la Tierra.

La revista Nature Communications publica cinco artículos basados en las observaciones de la misión DART (acrónimo en ingles de "prueba de redirección de un asteroide binario"), que estrelló hace dos años de forma deliberada una sonda contra el asteroide Dimorphos, un satélite de un astro mucho mayor (el Didymos), para comprobar si la energía cinética generada por ese impacto podía desviar un objeto que avanzara contra la Tierra, recoge EFE.

Aquel impacto no sólo alteró la órbita del Dimorphos sino también la forma de este asteroide de unos 170 metros de ancho.

 

Defensa planetaria


Decenas de científicos de numerosos centros de investigación y universidades de todo el mundo han escudriñado los datos que mejoran la comprensión de las características físicas y geológicas de esos cuerpos planetarios, sobre su formación y su evolución, y han sentado además las bases para la próxima misión HERA de la Agencia Europea del Espacio (ESA), otra misión de "defensa planetaria" que analizará en profundidad el impacto de DART.

El sistema binario que forman el asteroide Didymos y su satélite Dimorphos es especialmente interesante para la comunidad científica por estar especialmente "cerca" de la Tierra; los científicos han concluido que el segundo pudo haberse formado a partir del material desprendido por el primero, o que su edad aproximada es de 12,5 millones de años y de 300.000 años, respectivamente.


Riesgo cierto, si; alarmismo, no


El astrofísico Josep María Trigo, del Grupo de Meteoritos, Cuerpos Menores y Ciencias Planetarias del Instituto de Ciencias del Espacio, ha subrayado la importancia del conocimiento profundo de estos "cuerpos", que se acercan tanto a la Tierra y tienen unas dimensiones que los hacen entrar en la categoría de "asteroides potencialmente peligrosos".

En declaraciones a EFE, Trigo ha destacado que gracias a DART los científicos saben ya que los dos son representativos de otros asteroides del tipo "pila de escombros" y que quedaron completamente fracturados por impactos "colosales" con otros objetos.

"Tampoco conocíamos en qué medida un impacto cinético podría resultar exitoso; ahora tenemos un plan de defensa planetaria", ha manifestado el investigador.

Los asteroides "por supuesto" que suponen un riesgo, "pero proporcional a sus dimensiones", y aunque la Tierra está protegida de una manera eficiente contra asteroides de pocas decenas de metros, no puede evitar las consecuencias de impactos de objetos mayores de 50 metros de diámetro, y ha recordado en ese sentido los devastadores efectos del impacto del "Tunguska" en la taiga siberiana.

Pero ha insistido en evitar el alarmismo y ha asegurado que no se conoce ningún asteroide que esté en ruta de colisión futura con la Tierra, si bien se desconocen cientos de asteroides de menos de 100 metros de diámetro.

"No debemos bajar la guardia y es preciso seguir con los programas de seguimiento para descubrirlos a tiempo, antes de que impacten. Gracias a DART ya disponemos un plan de desvío eficiente, pero es preciso predecir esos encuentros con un margen de tiempo suficiente (semanas o mejor meses) para desarrollar una misión paliativa", ha señalado.