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Sanidad pide desechar unas lentillas que podrían causar problemas temporales como irritación o visión borrosa

Se trata de 175 lotes afectados por una "incidencia de calidad" que ya han sido retirados del mercado

Sanidad pide desechar unas lentillas que podrían causar problemas temporales como irritación o visión borrosa
Daniel Bajo Peña
Daniel Bajo Peña
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La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha informado este martes de casi 200 lotes de unas lentillas diarias y mensuales fabricadas por Alcon, cuya comercialización ya se ha interrumpido, que podrían ocasionar irritación o visión borrosa, entre otros.

La agencia dependiente del Ministerio de Sanidad ha tenido conocimiento por el propio fabricante, la empresa Alcon Healthcare, filial española de la estadounidense Alcon Laboratories, del cese de venta de algunos lotes de las lentes de contacto "Dailies total1" y "Total30" por no cumplir con los estándares de calidad y/o rendimiento a lo largo de su vida útil indicada en el etiquetado.

El uso de lentes de los lotes identificados podría ocasionar problemas temporales como irritación, enrojecimiento o visión borrosa, que suelen desaparecer tras la retirada o sustitución de las mismas. En este sentido, Alcon está enviando una nota de aviso dirigida a ópticas y usuarios en la que explica que se trata de una "incidencia de calidad aislada en un material suministrado por un proveedor externo que se utilizó en la producción estos lotes específicos de lentes de contacto en una única planta de fabricación" y que "no es de esperar que las lentes de contacto de los lotes identificados supongan un mayor riesgo para el usuario". 

Por su parte, la Aemps ha exhortado a dejar de utilizar las lentillas de los 175 lotes afectados y ponerse en contacto con la óptica en la que se adquirieron para devolverlas por otras. El listado íntegro de lotes puede consultarse en este enlace.

También requiere a las ópticas que revisen su inventario y, en el caso de disponer de los productos identificados, cesar su venta y desechar las lentes. En el caso de que las hubiera vendido, las ópticas deberán contactar con los consumidores para informarles del problema, pedirles que las tiren y proporcionarles otras de lotes distintos.