Agentes de la Comisaría Provincial de Burgos detuvieron a una mujer de 31 años por delito de hurto en una casa en la que trabajaba, donde sustrajo diversas joyas y efectos personales. La perjudicada formuló denuncia el pasado julio, una vez que comprobó que le habían desaparecido diferentes piezas, como pendientes, colgantes y varios relojes de bolsillo pertenecientes a una colección.

Según fuentes policiales, fue a finales del pasado año, a través de un conocido, cuando la perjudicada contactó con la ahora detenida y ambas se entrevistaron, acordando que acudiría al domicilio de la primera para realizar labores domésticas. Durante el tiempo de prueba, según la denunciante, supo que la trabajadora se encontraba en situación irregular, por lo que con el ánimo de ayudarla contactó con una asociación y formalizó con la misma un contrato laboral.

Desde el primer momento, la empleadora le indicó a la trabajadora las dependencias de la casa en las que no debía entrar, si bien en alguna ocasión le resultó extraño encontrar desordenados algunos cajones y cajas, echando en falta un par de pendientes y dinero en efectivo. No fue hasta más adelante cuando notó la falta de otros efectos y un comportamiento de cierto nerviosismo en la trabajadora y comenzó a sospechar.

Entre las gestiones que los agentes realizaron al tener conocimiento de la denuncia estaba averiguar la posible venta de estas joyas y otros objetos en los comercios especializados. De esta manera, se pudo constatar que la sospechosa se había personado en varios establecimientos de esta ciudad, en más de veinte ocasiones, para vender estas piezas a cambio de las que habría obtenido más de 4.000 euros en efectivo. Finalmente se recuperaron algunos de los efectos denunciados y reconocidos sin ningún género de duda por la perjudicada