La lluvia marcó el ritmo, pero no la esencia de uno de los actos más emblemáticos de la Semana Santa burgalesa
Cristina Ayala iniciará contactos para reforzar el hermanamiento de Burgos con Valencia por la figura del Cid
La alcaldesa de Burgos participa en el homenaje realizado a la figura ecuestre de Rodrigo Díaz de Vivar
La alcaldesa de la capital burgalesa, Cristina Ayala, iniciará contactos para reforzar el hermanamiento de Burgos con Valencia por la figura del Cid, según avanzó hoy durante el homenaje realizado a la figura ecuestre de Rodrigo Díaz de Vivar dentro de los actos de las Fiestas de San Pedro y San Pablo 2023.
Se trata del primer año que se realiza este acto junto a la famosa figura ecuestre del Cid Campeador, si bien la intención del equipo de Gobierno es mantenerlo en próximas programaciones festivas e incluso reforzarlo. "Queremos seguir profundizando en ese vínculo que tenemos porque creemos que el Cid es una figura para seguir explotando turísticamente porque hoy, no en vano somos la ciudad del Cid", declaró.
En el acto participaron también el vicealcalde de la capital burgalesa, Fernando Martínez-Acitores, y las concejales de Festejos y Servicios Sociales, Carolina Álvarez y Andrea Ballesteros, respectivamente, acompañados de la Corte de Honor de la Fallera Mayor de Valencia, así como el séquito infantil, y una delegación de Murcia, encabezada por la Reina de la Huerta Murciana. También asistieron representantes de la Hermandad de Peñas de Burgos y la Federación de Fajas, Blusas y Corpiños de Burgos, encabezadas por José Manuel Carbonell y Miguel Santamaría.
Ayala, minutos antes de depositar una corona de laurel a los pies de la estatua, agradeció la presencia de ambas delegaciones en la ciudad, en un signo más del hermanamiento que mantienen, en este caso especialmente, Burgos y Valencia. En este sentido, avanzó que remitirá en los próximos días una carta a la alcaldesa de Valencia, María José Catalá.
El Arzobispo Mario Iceta impartió la bendición final, dedicando unas palabras de consuelo y esperanza dirigidas a los enfermo
Las laderas del Castillo acogieron el acto de meditación y oración
La procesión, una de las más simbólicas de la Semana Santa burgalesa, se celebró con gran asistencia pese al frío