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"Alta prevalencia" en Castilla y León de la enfermedad del gusano del corazón de perros y gatos

La Usal calcula que el 23% de la región está en "riesgo de transmisión elevado" de esta enfermedad que causa daños "irreversibles" en las arterias de los animales

"Alta prevalencia" en Castilla y León de la enfermedad del gusano del corazón de perros y gatos
Investigadores del proyecto. (Fotos: Usal)
Daniel Bajo Peña
Daniel Bajo Peña
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Casi la mitad de los españoles convive con animales domésticos. La cifra en toda Europa alcana los 129 millones de gatos y los 106 millones de perros.

El profesor del Área de Parasitología Rodrigo Morchón García dirige en la Universidad de Salamanca el Grupo de Investigación 'Enfermedades Zoonósicas y Una Sola Salud'. Es uno de los dos únicos equipos en España que investiga en profundidad una enfermedad endémica en los países del Mediterráneo: la enfermedad del gusano del corazón (dirofilariosis cardiopulmonar), causada por el nematodo Dirofilaria immitis.

Esta enfermedad "provoca lesiones graves e irreversibles en las arterias pulmonares de los animales afectados", explican desde la Usal, y se considera ejemplo de zoonosis, ya que este parásito puede transferirse al humano tras la picadura de un mosquito vector. 

Rodrigo Morchón.

El profesor del Área de Parasitología describe la dirofilariosis a Comunicación USAL como una patología "cosmopolita y de distribución mundial". Además, dado que se transmite mediante la picadura del mosquito, "deben existir unas condiciones climáticas óptimas, caracterizadas por humedad y temperatura elevadas, donde el insecto transmisor se desarrolle adecuadamente", detalla.

No obstante, la enfermedad ya ha aparecido en regiones en donde no había constancia de ella, por lo que se la considera emergente y en expansión en Europa. Al respecto, Morchón señala que "los científicos estamos viendo que se describe la presencia de este parásito en zonas que previamente se consideraban libres de la enfermedad con mayor frecuencia, y cada vez más al norte del continente". 

 

Zoonosis emergente en Castilla y León

 

En España, se encuentra principalmente por zonas del sur de la Península Ibérica y periferias de ríos y zonas de regadío como la ribera del Tormes o el delta del Ebro, aunque cada vez se describe más hacia el norte peninsular. También está presente en las Islas Baleares y Canarias.

En este contexto, el equipo de científicos de la Usal centró su última investigación en la dirofilariosis como zoonosis emergente en Castilla y León, un trabajo que le ha reportado a Morchón el 'III Premio de Investigación Albéitar Francisco de la Reyna' en reconocimiento al esfuerzo e innovación en el campo de la investigación veterinaria.

Ejecutado en colaboración con Alberto Montoya, de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria, el estudio evalúa la actual prevalencia de la enfermedad en los perros y gatos de la región, acompañado de un completo y detallado mapa de riesgo de infección en el territorio de cada provincia.

Gracias a ello, los investigadores de la USAL han podido constatar que "el 23,5% del territorio de Castilla y León está en riesgo de transmisión elevado de dirofilariosis y que el 6,22% de los canes y el 7,23% de los gatos de la región están infectados".

Mapa de riesgo de Castilla y León.

Respecto a los canes, los datos apuntan que Palencia, con una prevalencia del 10,53%, es la provincia con más porcentaje de perros afectados. La siguen Valladolid (9,66%), Segovia (7,51%), Burgos (6,86%) y Salamanca (6,30%). Las que menos prevalencia presentaron fueron Zamora (4,12%), Ávila (3,77%), León (2,49%) y Soria (1,14%).

En cuanto a los gatos, 29 de 401 resultaron positivos, dando una seroprevalencia del 7,23%. Las seroprevalencias mayores se mostraron en Segovia (14,29%), Valladolid (12,77%) y Palencia (12,12%), seguida de Salamanca (6,98%), León (4,69%), Zamora (3,7%) y Ávila (2,94%). Por el contrario, no se reportó ningún gato seropositivo ni en Burgos ni en Soria.

Sobre los porcentajes, Rodrigo Morchón subraya que "los valores de prevalencia en perros en la región siguen al alza, y aún más en gatos, ya que no es costumbre analizar esta enfermedad en el hospedador felino". Aunque en Castilla y León la prevalencia de la enfermedad es media, "en comparación con el territorio nacional, el riesgo es evidente, más si cabe que es una enfermedad zoonósica, de transmisión al humano".

 

Niveles de riesgo

 

Uno de los elementos destacados del estudio de la USAL es la elaboración de un mapa de riesgo de infección para D. immitis en el ámbito geográfico de Castilla y León, que refleja, en gama de colores, los distintos valores del riesgo potencial de transmisión de la zoonosis.

Concretamente, establece cinco intervalos de valores, según los cuales, el 23,5% del territorio estaría en el superior, lo que implicaría un riesgo de transmisión elevado; el 38,8% se ubicaría en el segundo intervalo, lo que supone un riesgo medio-alto; el 17.8% en el tercer intervalo con riesgo medio-bajo; y el 5,3% estaría en el cuarto e indicaría un bajo riesgo, siendo muy bajo en el 14,6%.

Ejemplar adulto del parásito.

Sobre esto, el aumento de la temperatura ha hecho que "aumente el número de mosquitos culícidos, transmisores de esta enfermedad, así como la aparición de especies exóticas no descritas con anterioridad, como el mosquito tigre, principalmente en las regiones de la meseta peninsular con áreas de regadío y en la cuenca de los grandes ríos, llevando consigo un aumento de la incidencia en estas zonas", explica.

Un aspecto al que habría que añadir "la expansión de las zonas urbanizables con propietarios con una o varias mascotas, el número de viajeros con mascotas y el transporte de mercancías, que hacen que los vectores y mascotas estén en constante movimiento y contribuyan a la expansión de la enfermedad".