Según el consejero de Presidencia, "no vamos a consentir a Ione Belarra que haga declaraciones de esas características" ni que "ofenda" a Madrid con ellas
El Gobierno sigue sin lograr apoyos para los presupuestos mientras crece la tensión por el gasto en defensa
Un año después de renunciar a las cuentas de 2024, el Ejecutivo mantiene su intento pero el rechazo de Junts y la oposición de sus socios complica la negociación
Un año después de renunciar a los presupuestos de 2024, el Gobierno sigue sin lograr apoyos para aprobar unas nuevas cuentas del Estado. Aunque insiste en seguir negociando, el debate sobre el aumento del gasto en defensa complica aún más la posibilidad de alcanzar un acuerdo.
El 13 de marzo de 2023, el presidente Pedro Sánchez decidió no presentar el proyecto presupuestario debido al adelanto electoral en Cataluña, lo que preveía retrasos en las negociaciones. En los meses siguientes, el Ejecutivo centró sus esfuerzos en los presupuestos de 2025, pero la falta de respaldo ha frustrado el proceso.
Un paso clave era la aprobación de los objetivos de estabilidad vinculados al techo de gasto. Sin embargo, cuando el Gobierno creía contar con los apoyos necesarios, Junts sumó su voto en contra a los de PP y Vox, tumbando los planes del Ejecutivo el 23 de julio. En septiembre, el Consejo de Ministros aprobó de nuevo la senda de estabilidad 2025-2027, con los mismos objetivos de déficit y deuda, pero la retiró antes de ser votada al prever otra derrota en el Congreso.
Obstáculos más allá de Junts
La falta de acuerdo con Junts no es el único problema. La prórroga de los presupuestos de 2023 ha ido acompañada de mensajes de Sánchez y sus ministros asegurando que seguirán negociando para lograr nuevas cuentas. Aunque no se ha vinculado oficialmente el reciente pacto migratorio con un acercamiento presupuestario, fuentes del Ejecutivo creen que podría facilitar un acuerdo.
Sin embargo, el rechazo no solo proviene de Junts. Socios de investidura como ERC, Podemos y BNG han expresado su oposición a los planes del Gobierno, especialmente en lo relativo al aumento del gasto en defensa. Gabriel Rufián (ERC) ha condicionado cualquier negociación al cumplimiento de compromisos previos. Ione Belarra (Podemos) ha afirmado que la inversión en defensa marcará la legislatura y dificultará acuerdos en otras áreas. Néstor Rego (BNG) también ha rechazado el incremento presupuestario en materia militar.
¿Qué sigue para los presupuestos?
A pesar de las dificultades, Sánchez insiste en que seguirá trabajando para aprobar las cuentas de 2025, aunque reconoce que no depende solo del Ejecutivo. En Davos, durante el Foro Económico Mundial de enero, afirmó sentirse "muy cómodo" con el presupuesto prorrogado, aunque desde el Gobierno recalcan que su objetivo sigue siendo aprobar nuevas cuentas para reforzar la estabilidad de la legislatura.
Si la negociación fracasa, Sánchez podría culminar su mandato sin aprobar un nuevo presupuesto en cuatro años, algo que en Moncloa consideran factible aunque no deseable. La gran incógnita es si habrá acuerdo para 2025 o si el Ejecutivo, como ya hizo en marzo del año pasado, terminará posponiendo el intento hasta 2026.
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