Rozando la machada. El San Pablo Burgos estuvo 35 minutos plantando cara a un Real Madrid que necesitó la calidad individual y un arreón final para doblegar al equipo de Diego Epifanio. Se trata de la primera derrota de la pretemporada en la que los azulones es tán dejando buenas sensaciones. 

Comenzó mejor el Real Madrid, que supieron compaginar muy bien las facetas defensiva y atacante, y que supuieron correr cuando recuperaban balones, lo que les llevó a marcar las primeras diferencias del partido (8-15) que obligó el tiempo muerto de Diego Epifanio. 

El parón vino bien a un San Pablo que recortó distancias en el luminoso, gracias en parte al gran trabajo e intensidad de Álex López. Pero los blancos seguían muy bien plantados en la cancha y mantuvieron su ventaja al final del primer cuarto (20-24).

Al igual que en el primer cuarto, el Madrid comenzó mejor en la segunda manga y pronto aumentaron su renta hasta poner máxima diferencia de 9 puntos. Pero llegó de nuevo la reacción local para ajustar de nuevo el marcador cuando aún faltaban cinco minutos para llegar al descanso.

El resto del periodo se jugó a ráfagas, un toma y daca en el que el conjunto dirigido por Pablo Laso salía favorecido porque mantenía el marcador favorable. No obstante, la escuadra burgalesa tiró de garra para engancharse al encuentro y marcharse a los vestuarios con una diferencia más que salvable (42-48).

El San Pablo salió mucho más enchufado en la segunda mitad, y de nuevo aupados por un soberbio Álex López, y la fuerza de Huskic y Thompson en la pintura, fueron forjando una remontada que se consolidó en el ecuador del tercer cuarto (56-55), situación que aprovechó Laso para retocar las piezas. 

Llegaron momentos de buen baloncesto en ambos equipos, muy acertados en ataque, lo que ofreció al espectador un buen espectáculos. En esa sucesión de canastas, los burgaleses se sintieron más cómodos y consiguieron anotarse el tercer periodo, el cual terminaron con ventaja (71-70).

La igualdad se mantuvo en los primeros minutos del último cuarto, con San Pablo y Real Madrid alternándose en la cabeza del marcador sin que ninguno de los dos lograra abrir hueco. Entonces, el conjunto blanco aumentó su nivel defensivo, con un Tavares muy sobrio en esas tareas, y en esa faceta cimentaron su arreón final. 

Emergió en los instantes finales la figura de Jaycee Carroll, que demostró ser uno de los mejores tiradores de europa, y machacó el aro azulón sin piedad para ir poniendo tierra de por medio hasta incluso llegar a máxima diferencia de 15 puntos. Finalmente, los de 'Epi' solo pudieron maquillar un marcador claramente blanco (85-93).